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Hoy comienza el invierno, y en Mashini lo recibimos con los brazos abiertos, ya que los cambios de temporada son una excelente excusa para renovar los espacios de nuestra casa, ¿no lo creen?
Además de agregar algunas capas a nuestra cama y prender las estufas, existen algunos trucos para crear ambientes cálidos y acogedores en las casas, y disfrutar al máximo nuestros espacios durante la fría temporada.
Uno de estos trucos de los que hablamos es el color. Hemos visto en otros post de nuestro DecoBlog, cómo los colores ayudan a conseguir efectos emocionales y sensaciones corporales, por ende, modificando la paleta de colores de la decoración de tu hogar a tonos más cálidos, podrás crear una atmósfera invernal, que te dará ganas de pasar todo el día en tu casa.
¿Cuáles son estos colores y cómo lograr este efecto? ¡Sigue leyendo!
En la teoría del color, el círculo cromático está dividido en 2: los colores fríos, y los colores cálidos. Básicamente, la diferencia entre ellos es su temperatura y la sensación térmica y psicológica que producen en los seres humanos. Entre los fríos encontramos el verde, azul y violeta, los cuales nos transmiten frescura y son ideales para los días de calor. En cambio para el invierno, nuestros mejores aliados serán el rojo, amarillo y naranja, que evocan una sensación de temperatura alta. Pero no te quedes sólo con estos tres, ¡puedes usar toda la gama de colores cálidos! Por ejemplo el ocre, rojo ladrillo, mostaza, rosado e incluso dorado.
En los últimos años hemos visto cómo los blancos, grises y beige han sido tendencia en la decoración. Estos tonos son ideales para toda época del año, ya que aplicándolos como base, nos permiten usar accesorios de otros colores más vibrantes y combinarlos a la perfección. En invierno te recomendamos usar neutros cálidos, como diferentes tonos de beige, crema y blanco amarillento, más conocido como blanco invierno. Además, los colores claros tienen la capacidad de reflejar la luz, por lo que realmente nos pueden ayudar a temperar la casa de manera natural.
Podemos crear una atmósfera de calma y paz con colores procedentes de la naturaleza. En general estos tonos están asociados más a los colores fríos, pero puedes encontrar tonos cálidos entre ellos. Por ejemplo, el verde musgo y oliva, azul índigo, burdeo y la amplia gama de marrones, con los que lograrás un efecto relajante y acogedor.
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